José Lezama Lima, Discordias / Discordie

Discordias
De la contradicción de las contradicciones,
la contradicción de la poesía,
obtener con un poco de humo
la respuesta resistente de la piedra
y volver a la transparencia del agua
que busca el caos sereno del océano
dividido entre una continuidad que interroga
y una interrupción que responde,
como un hueco que se llena de larvas
y allí reposa después una langosta.
Sus ojos trazan el carbunclo del círculo,
las mismas langostas con ojos de fanal,
conservando la mitad en el vacío
y con la otra arañando en sus tropiezos
el frenesí del fauno comentado.
Contradicción primera: caminar descalzo
sobre las hojas entrecruzadas,
que tapan la madriguera donde el sol
se borra como la cansada espada,
que corta una hoguera recién sembrada.
Contradicción segunda: sembrar las hogueras.
Última contradicción: entrar
en el espejo que camina hacia nosotros,
donde se encuentran las espaldas,
y en la semejanza empiezan
los ojos sobre los ojos de las hojas,
la contradicción de las contradicciones.
La contradicción de la poesía,
se borra a sí misma y avanza
con cómicos ojos de langosta.
Cada palabra destruye su apoyatura
y traza un puente romano secular.
Gira en torno como un delfín
caricioso y aparece
indistinto como una proa fálica.
Restriega los labios que dicen
la orden de retirada.
Estalla y los perros del trineo
mascan las farolas en los árboles.
De la contradicción de las contradicciones,
la contradicción de la poesía,
borra las letras y después respíralas
al amanecer cuando la luz te borra.
José Lezama Lima, da Fragmentos a su Iman, 1977 (postumo)
Discordie
Dalla contraddizione delle contraddizioni,
la contraddizione della poesia,
ottenere con un poco di fumo
la risposta resistente della pietra
e tornare alla trasparenza dell’acqua
che cerca il caos sereno dell’oceano
diviso tra una continuità che interroga
e un’interruzione che risponde,
come un incavo che si riempie di larve
e lì riposa dopo un’aragosta.
I suoi occhi tracciano il carbonchio del cerchio,
le stesse aragoste, occhi come fari,
conservano la metà nel vuoto
e con l’altra graffiano nei loro inciampi
la frenesia del fauno commentato.
Prima contraddizione: camminare scalzo
sopra le foglie intrecciate,
che coprono il covo dove il sole
si cancella come la stanca spada,
che taglia un falò da poco seminato.
Seconda contraddizione: seminare i falò.
Ultima contraddizione: entrare
nello specchio che procede verso noi,
dove s’incontrano le spalle,
e nella somiglianza iniziano
gli occhi sopra gli occhi delle foglie,
la contraddizione delle contraddizioni.
La contraddizione della poesia,
si cancella a se stessa e procede
con comici occhi d’aragosta.
Ogni parola distrugge il suo sostegno
e traccia un ponte romano secolare.
Gira intorno come un delfino
grazioso e appare
indistinto come una prua fallica.
Sfrega le labbra che pronunciano
l’ordine di ritirata.
Divampa e i cani da slitta
masticano i fanali negli alberi.
Dalla contraddizione delle contraddizioni,
la contraddizione della poesia,
cancella le lettere e poi respirale
all’alba quando la luce ti cancella.
Traduzione di Gordiano Lupi